Este acertijo es conocido, pero resulta muy divertido, sobre todo por la sencillez en la respuesta
Después de una suculenta comida en un conocido restaurante temático de Madrid, un cliente solicita que le pongan un café. El café tenía un pelo, El camarero le retiro la taza, volvió al momento y el cliente protestó diciendo que no le había cambiado la taza, solo se había limitado a quitar el pelo. El cliente tenía toda la razón, pero ¿como se dio cuenta?
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