El sábado por la noche cuando Carla intentaba entrar en el restaurante con juegos Enigmatium, el portero le señaló un cartel colgado en la pared del vestíbulo que decía en grandes letras «Reservado el derecho de admisión a personas de 17 años o más».
– Si yo le demuestro – replicó Carla – que en tres años tendré una vez y media la edad que tenía hace cuatro, ¿me dejará entrar?.
Juan, el portero, que es un auténtico «cerebrito», se lo pensó solo unos instantes antes de tomar su decisión.
¿Pudo entrar Carla? ¿Cuántos años tiene en la actualidad?
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