En la ciudad inglesa de Westminster hay tres colegios para estudiantes de elite. En ellos, los tutores de los chicos de 13-14 años no estaban satisfechos con el coeficiente intelectual medio alcanzado por sus alumnos.
Uno de los tutores, después de haber leído un libro titulado El multiplicador del C.I., sugirió que las escuelas contratasen a un psicómetra que intentase elevar el nivel de C.I. de sus clases. El profesor Sudsic contestó al anuncio, y se acordaron las siguientes condiciones: si no conseguía elevar el C.I. medio de todas las clases en un mes, no cobraría nada; si, en cambio, lo lograba, obtendría un beneficio de 5000 €.
Al cabo de tres días, demostró a los tutores que había tenido éxito. Las escuelas le pagaron lo acordado, pero se sintieron estafadas. ¿Por qué?
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