Siempre me pasa lo mismo amig@s enigmátic@s. Estaba en la sala de espera del dentista, todo el mundo callado, un silencio que no era normal y que supongo que sería motivado por el miedo que les tenemos todos a estos profesionales y… mis tripas empiezan a cobrar vida propia y rugen como el más feroz de los leones. Pensaba que no lo escuchaba nadie y respiré tranquilo pero de repente…”grrrrrr” y noto como todas las miradas se dirigen hacia mí… “quieren comer” acierto a decir en esa bochornosa situación. Pero, ¿Por qué nos suenan las tripas cuando tenemos hambre?
Este incómodo sonido recibe el nombre de borborigmos y lo produce el movimiento de los intestinos cuando impulsan la comida a través de ellos, normalmente cuando estamos haciendo la digestión o cuando tenemos hambre, en este último caso siendo el ruido más fuerte. El movimiento producido se hace llamar peristáltico y su función en la de batir, amasar y mezclar la comida con los diferentes compuestos químicos que segrega nuestro organismo. Estaba claro que yo tenía hambre y mi cuerpo reclamaba más comida por lo que estaba produciendo hormonas que estimulaban los nervios del estómago y que enviaban una señal al cerebro para que recogiese los restos de comida que quedaban por ahí sueltos en el intestino. Estos bochornosos sonidos se producen durante 10 ó 20 minutos cada hora hasta que volvemos a comer y cuanto más vacio está el estomago más fuerte suenan ya que al estar hueco el sonido se propaga mejor. Desde entonces siempre llevo algo en el bolsillo, pero esta vez al estar en el dentista tenía que decidir entre aplacar los ruidos con una barrita de chocolate o aguantar la bronca del dentista por las caries.
¿Os ha pasado a vosotros alguna vez? ¿Cuál ha sido vuestro peor momento?
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